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Científicos de Malasia reclutan chinches como detectives para esclarecer crímenes

  • Foto del escritor: Jaime Rodriguez
    Jaime Rodriguez
  • hace 2 días
  • 2 Min. de lectura

Científicos de Malasia demostraron que chinches tropicales pueden conservar ADN humano hasta 45 días, permitiendo identificar sexo y rasgos físicos de sospechosos. Su movilidad limitada las convierte en posibles herramientas forenses.


(Fuente externa)
(Fuente externa)
De plaga doméstica a aliadas forenses: científicos de Malasia convierten chinches en herramienta para resolver crímenes

Lo que durante décadas fue símbolo de infestaciones domésticas y picaduras molestas podría convertirse en un inesperado aliado de la justicia. Un equipo de la Universidad de Ciencias de Malasia (USM) ha demostrado que las chinches tropicales pueden conservar ADN humano hasta 45 días después de alimentarse, abriendo una nueva vía para la investigación criminal.


En el laboratorio de la Escuela de Ciencias Biológicas, los investigadores crían colonias de Cimex hemipterus en recipientes cubiertos con plástico negro. Allí, las chinches se alimentan de sangre humana —a menudo la de los propios científicos— a través de mallas colocadas sobre el brazo. “Llamamos a las chinches musuh dalam selimut (‘enemigo en la manta’), pero también pueden ser espías”, explica el entomólogo Abdul Hafiz Ab Majid.


ADN suficiente para identificar sospechosos


Cada insecto absorbe apenas entre 1.5 y 5.3 microlitros de sangre por comida, menos que una gota. Sin embargo, esa minúscula cantidad basta para extraer información genética clave. El equipo comprobó que, usando marcadores STR y SNP, es posible recuperar un perfil fenotípico básico —sexo, color de ojos, cabello y tono de piel— semanas después de la ingesta.


El hallazgo, publicado en la revista Nature, constituye el primer uso documentado de chinches tropicales con fines forenses. Hafiz destaca su ventaja frente a mosquitos y moscas: no vuelan, se mueven poco tras alimentarse y suelen permanecer en un radio máximo de seis metros. “Eso las hace perfectas como herramienta forense”, afirma.


Una víctima voluntaria en el laboratorio


La investigadora posdoctoral Lim Li, quien bromea con ser una “víctima voluntaria”, permitió a las chinches alimentarse de su sangre durante las pruebas. Ella subraya que estos insectos, pese a su mala fama, “no transmiten enfermedades”, aunque sus picaduras generen irritaciones duraderas.


Límites y potencial


Los científicos imaginan un futuro en el que la presencia de chinches en una escena del crimen ayude a identificar agresores que ya no se encuentren en el lugar. Pero advierten que se trata de una herramienta complementaria, no definitiva. “Las chinches ofrecen a los investigadores un margen de 45 días, y solo si están presentes en la escena”, señala Hafiz.


Aun con sus límites, el hallazgo representa un avance sorprendente: una plaga temida que se convierte, por obra de la ciencia, en testigo microscópico al servicio de la justicia.


Diario Libre. (2025, 27 noviembre). Científicos de Malasia reclutan chinches como detectives para esclarecer crímenes. Diario Libre. https://www.diariolibre.com/planeta/ciencia/2025/11/27/cientificos-de-malasia-reclutan-chinches-como-detectives/3354371

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