Evangelio
- Jaime Rodriguez
- 1 oct
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Jesús enseña que seguirlo exige desprendimiento total: no hay lugar para mirar atrás ni excusas, solo la entrega radical al anuncio del Reino de Dios.

Evangelio del día: Jesús llama a seguirlo sin condiciones (Lc 9, 57-62)
En el pasaje evangélico proclamado hoy, tomado de San Lucas (9, 57-62), Jesús enseña la radicalidad y la exigencia del discipulado. Mientras caminaba junto a sus discípulos, un hombre le expresó su deseo de seguirlo: «Te seguiré adondequiera que vayas». Jesús, sin embargo, le recordó la renuncia que implica su seguimiento: «Las zorras tienen madrigueras, y los pájaros del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza».
Más adelante, al invitar a otro con un firme «Sígueme», este le pidió permiso para primero enterrar a su padre. La respuesta de Jesús fue contundente: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios».
Un tercer interlocutor también manifestó su voluntad de seguirlo, aunque pidió despedirse antes de su familia. Jesús le replicó: «Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás vale para el reino de Dios».
Este Evangelio subraya la urgencia y la entrega total que exige la misión cristiana. El seguimiento de Cristo no admite dilaciones ni condicionamientos: supone confiar plenamente en Él, incluso cuando ello implica dejar seguridades, vínculos o comodidades.












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