Evangelio de día
- Jaime Rodriguez
- 25 sept
- 1 Min. de lectura
Herodes escucha sobre Jesús y se confunde: unos dicen que es Juan resucitado, otros que es Elías o un profeta. Intrigado, desea verlo.

Herodes inquieto por la fama de Jesús: “¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas?”
En tiempos del ministerio de Jesús, el tetrarca Herodes Antipas quedó desconcertado por las noticias que circulaban sobre el nazareno. Según el relato del evangelio de san Lucas (9, 7-9), el gobernante escuchaba comentarios que atribuían a Jesús identidades sorprendentes: algunos lo señalaban como Juan el Bautista vuelto a la vida, otros lo comparaban con el profeta Elías, y no faltaban quienes afirmaban que se trataba de un antiguo profeta resucitado.
La confusión provocó en Herodes un conflicto interior. Recordaba con pesar que él mismo había ordenado la decapitación de Juan, por lo que al escuchar rumores de que el Bautista habría resucitado, la incertidumbre crecía. “A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas?”, se preguntaba el tetrarca, sin ocultar su deseo de conocer personalmente a Jesús.
El episodio refleja el impacto que comenzaba a tener la figura de Cristo en la región, capaz de inquietar a las autoridades políticas y religiosas. Mientras la fama del Maestro se extendía entre el pueblo, los gobernantes percibían en él un misterio que no lograban descifrar, entre el temor, la curiosidad y la expectativa.
Palabra del Señor.












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