Evangelio del día

Jesús observa a los ricos dar de lo que les sobra, mientras una viuda pobre ofrece todo lo que tiene. Él enseña que su entrega vale más porque nace del sacrificio y la confianza total en Dios.

Jesús resalta el valor del verdadero desprendimiento en el templo de Jerusalén

En la liturgia de este lunes, el Evangelio según san Lucas (21, 1-4) presenta una de las enseñanzas más contundentes de Jesús sobre la generosidad y la entrega auténtica.

Mientras observaba a los fieles acercarse al tesoro del templo para depositar sus donativos, Jesús notó que varios ricos aportaban grandes sumas. Sin embargo, su atención se centró en una escena aparentemente insignificante: una viuda pobre que entregó dos pequeñas monedas.

Según el relato, Jesús declaró que aquel gesto humilde tenía un valor extraordinario:

«En verdad les digo que esa pobre viuda ha echado más que todos», afirmó, destacando que los ricos daban de lo que les sobraba, mientras que ella ofrecía todo lo que tenía para vivir.

La reflexión subraya la diferencia entre la apariencia y la intención, proponiendo que la verdadera generosidad no se mide por la cantidad, sino por el sacrificio y la sinceridad del corazón. Este pasaje, ampliamente comentado en la tradición cristiana, recuerda el lugar privilegiado que Jesús concede a los más vulnerables y la importancia del desprendimiento como signo de fe.

El Evangelio invita a la comunidad a cuestionar sus propias motivaciones al dar, y a reconocer la grandeza escondida en los gestos discretos que nacen de la necesidad, pero también del amor absoluto.