Evangelio del dia

Una nueva vaguada afectará gran parte del país este viernes con lluvias moderadas a fuertes, tormentas eléctricas y ráfagas de viento. Onamet advierte precaución por acumulaciones de agua y condiciones marítimas adversas.

Reflexión del Evangelio (Lc 17, 20-25): “El Reino de Dios está dentro de vosotros”

En este pasaje del Evangelio según san Lucas, Jesús responde a la inquietud de los fariseos sobre cuándo llegará el Reino de Dios, una pregunta cargada de expectativas políticas y mesiánicas. Ellos esperaban un reino visible, con señales grandiosas, capaz de restaurar la gloria de Israel. Sin embargo, Jesús les revela una verdad profundamente espiritual: “El Reino de Dios no viene aparatosamente... porque el Reino de Dios está en medio de vosotros.”

Con esta afirmación, el Señor desarma la idea de un reino material o espectacular. El Reino no se busca fuera, sino dentro del corazón humano, en la vida transformada por la fe, el amor y la presencia de Dios. Donde hay justicia, compasión y misericordia, allí el Reino se manifiesta. No se trata de esperar un evento futuro, sino de vivir ya según los valores del Evangelio.

Jesús también advierte a sus discípulos sobre los tiempos difíciles que vendrán: días de confusión, falsas señales y persecuciones. Les exhorta a no dejarse engañar por quienes digan “está aquí” o “está allí”, porque la venida del Hijo del Hombre será evidente como un relámpago que ilumina todo el cielo. Antes de esa gloria, Cristo debía pasar por la cruz, el sufrimiento y el rechazo de su generación, mostrando que el Reino de Dios se edifica desde el sacrificio, la humildad y el amor redentor.

Este Evangelio nos invita hoy a reconocer la presencia de Dios en lo cotidiano, en el silencio del corazón y en las obras que reflejan su bondad. No debemos buscar signos externos ni espectáculos espirituales, sino abrir nuestro interior a la acción del Espíritu Santo. El Reino comienza cuando dejamos que Cristo reine en nuestros pensamientos, decisiones y relaciones.

Oración:

Señor Jesús, ayúdame a descubrir tu Reino dentro de mí, en mi familia, en la comunidad y en cada gesto de amor. Que no busque señales externas, sino tu presencia viva en mi corazón. Amén.