Evangelio del dia
- Jaime Rodriguez
- 15 nov
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Jesús enseña a sus discípulos a orar siempre y no desfallecer. La parábola de la viuda persistente muestra que Dios hará justicia a sus elegidos que claman día y noche.

Jesús enseña sobre la perseverancia en la oración: la fe constante será recompensada
En el Evangelio del día, según Lucas 18, 1-8, Jesús transmitió a sus discípulos la importancia de la oración constante y perseverante, a través de la parábola de la viuda y el juez injusto.
El relato narra cómo una viuda acudía insistentemente a un juez que “ni temía a Dios ni le importaban los hombres” para pedir justicia frente a su adversario. Pese a su indiferencia inicial, el juez finalmente accedió a su pedido, motivado por la persistencia de la mujer.
Jesús concluye la enseñanza señalando que, si incluso un juez injusto puede ceder ante la constancia, cuánto más Dios hará justicia a sus elegidos que claman a Él día y noche. La reflexión final invita a los creyentes a examinar su propia fe: “¿Cuando venga el Hijo del hombre, encontrará fe en la tierra?”.
Esta parábola subraya un mensaje central del cristianismo: la oración constante y la confianza en Dios no serán en vano, recordando a los fieles que la perseverancia espiritual es fundamental para la vida de fe.












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