Evangelio del día

Jesús compara a su generación con niños insatisfechos: rechazaron a Juan por austero y al Hijo del Hombre por cercano a pecadores.

Evangelio del día (Lc 7, 31-35): “Tocamos y no bailáis, cantamos lamentaciones y no lloráis”

En el pasaje del Evangelio de Lucas, Jesús interpela a la gente de su tiempo comparándola con niños en la plaza que, pese a las invitaciones, permanecen indiferentes: “Tocamos la flauta y no bailáis, cantamos lamentaciones y no lloráis”.

El Señor recuerda que a Juan el Bautista lo rechazaron por su austeridad, acusándolo de estar poseído; y a Él, por compartir la mesa con todos, lo llamaron “comilón y borracho”. La enseñanza apunta a la cerrazón del corazón humano, incapaz de reconocer la verdad, venga en forma de penitencia o de misericordia.

Jesús concluye afirmando que la Sabiduría se justifica por sus obras, es decir, que la autenticidad del mensaje de Dios se demuestra en los frutos de quienes lo acogen con humildad y fe.

Palabra del Señor.