Evangelio del día
- Jaime Rodriguez
- 9 oct
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Jesús enseña a sus discípulos la fuerza de la oración: quien pide, recibe; quien busca, halla; quien llama, se le abre. Dios, Padre bueno, da su Espíritu a quienes lo invocan con fe y perseverancia.

Evangelio según san Lucas (Lc 11, 5-13): “Pedid y se os dará”
En este pasaje, Jesús enseña a sus discípulos el valor de la perseverancia en la oración y la confianza absoluta en Dios Padre. A través de la parábola del amigo que insiste de noche, el Señor revela que la constancia y la fe sincera siempre obtienen respuesta. Aunque el amigo inicialmente se niegue a levantarse, lo hará por la insistencia del otro; del mismo modo, Dios escucha con amor a quienes acuden a Él con corazón abierto.
Jesús invita a pedir, buscar y llamar, recordando que quien pide recibe, quien busca encuentra y a quien llama se le abre la puerta. No se trata solo de insistir por necesidad, sino de confiar plenamente en la bondad del Padre, que sabe dar lo mejor a sus hijos.
La enseñanza culmina con una comparación paternal: si los hombres, siendo imperfectos, saben dar cosas buenas a sus hijos, cuánto más el Padre del cielo concederá el Espíritu Santo a quienes se lo pidan.
Este evangelio nos llama a orar con fe, sin desánimo ni temor, sabiendo que Dios responde siempre, no con indiferencia, sino con amor y generosidad infinita.
Palabra del Señor.












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