Evangelio del día
- Jaime Rodriguez
- 30 sept
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Jesús decidió ir a Jerusalén y no fue recibido en una aldea samaritana. Ante la reacción de Santiago y Juan de pedir fuego del cielo, él los reprendió y continuó su camino hacia otra aldea.

Evangelio del día: Jesús decide ir a Jerusalén y enseña a sus discípulos el camino de la paz
El Evangelio según san Lucas (9, 51-56) narra un momento clave en la vida de Jesús: cuando “se completaron los días en que iba a ser llevado al cielo”, tomó con firmeza la decisión de dirigirse a Jerusalén, el destino donde se cumpliría su misión.
Antes de llegar, envió mensajeros para preparar su llegada en una aldea samaritana, pero no fue recibido debido a que su camino estaba orientado hacia Jerusalén, ciudad con la que los samaritanos mantenían profundas rivalidades religiosas y culturales.
Ante el rechazo, Santiago y Juan, dos de sus discípulos más cercanos, reaccionaron con indignación y le preguntaron si debían invocar fuego del cielo para destruir a quienes lo habían despreciado. Jesús, lejos de aprobar la violencia, se volvió hacia ellos, los reprendió y decidió continuar su camino hacia otra aldea.
El pasaje muestra cómo la misión de Cristo no se sustenta en la confrontación ni en la imposición, sino en la paciencia y la misericordia. Su decisión de avanzar sin venganza resalta que el anuncio del Evangelio se construye sobre la paz y la perseverancia, incluso frente al rechazo.
“Tomó la decisión de ir a Jerusalén” resume la firmeza de Jesús en cumplir el plan de Dios, enseñando a sus discípulos que la verdadera fuerza se encuentra en la fidelidad al amor y no en la represalia.












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