Salmo de hoy
- Jaime Rodriguez
- 11 sept
- 1 Min. de lectura
Todo ser que respira alabe al Señor con música, danza y alegría. Dios nos llama a dar fruto en el mundo y que nuestro bien permanezca.

El Salmo 150 invita a alabar al Señor con música y alegría
Entradilla:
El Salmo Responsorial 150 destaca la importancia de la alabanza a Dios a través de la música, la danza y la gratitud, recordando que todo ser vivo tiene la misión de reconocer la grandeza divina y dar fruto que permanezca.
Cuerpo de la noticia:
El Salmo 150 convoca a los fieles a celebrar a Dios en todos los ámbitos, desde el templo hasta los cielos, alabando sus obras magníficas y su inmensa grandeza. La alabanza se expresa mediante trompetas, arpas, cítaras, tambores, trompas, flautas y platillos, subrayando que la música y el movimiento son formas universales de adoración.
El mensaje enfatiza que la alabanza no está reservada únicamente a los seres humanos: “Todo ser que alienta alabe al Señor”, señala el salmo, recordando que toda criatura participa en la glorificación del Creador. La Aleluya que lo acompaña refuerza este llamado, destacando que los elegidos por Dios deben llevar fruto que permanezca, un fruto que refleje su fe y acción en el mundo.
Esta enseñanza resalta la relevancia de la música, la alegría y la dedicación como formas de honrar a Dios, y subraya la responsabilidad de cada creyente de vivir de manera que su vida produzca frutos duraderos y significativos para la comunidad.












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