Santo del día
- Jaime Rodriguez
- 29 oct
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San Feliciano, mártir del siglo III en Cartago, se convirtió al cristianismo tras conocer a Cristo. Por su fe y testimonio fue ejecutado, convirtiéndose en ejemplo de fidelidad y valentía cristiana.

San Feliciano, mártir de Cartago
San Feliciano fue un mártir cristiano del siglo III, cuya vida y testimonio permanecen envueltos en el silencio de la historia, pero resplandecen con la fuerza de la fe de los primeros seguidores de Cristo. Nacido en Cartago —actual Túnez— en una época marcada por la persecución contra los cristianos, Feliciano probablemente provenía de un entorno pagano. Sin embargo, al escuchar el anuncio del Evangelio, abrazó con convicción la fe en Jesucristo, reconociéndolo como Señor y Salvador.
Su conversión, en un contexto donde profesar el cristianismo era motivo de sospecha, rechazo y peligro, fue un acto de valentía y entrega total. Fiel al mensaje del Evangelio, Feliciano no renegó de su fe pese a las presiones y amenazas. Por ello, fue arrestado y llevado ante las autoridades del Imperio, que buscaban su renuncia a Cristo.
Lejos de ceder, confesó abiertamente su creencia en el Dios verdadero, mostrando que la fidelidad a Cristo vale más que la vida misma. Ese testimonio le costó el martirio, uniéndose así a la larga lista de hombres y mujeres que en Cartago dieron su sangre por el Evangelio.
Aunque los detalles de su muerte se han perdido con el tiempo, la Iglesia lo recuerda como uno de los héroes de la fe que, con su ejemplo silencioso, mantuvieron viva la llama del cristianismo en el norte de África.
Su memoria nos invita hoy a renovar nuestra fe con la misma firmeza con la que él la defendió, recordando que incluso en medio de la adversidad, la luz de Cristo nunca se apaga en el corazón de quienes creen con sinceridad.
🕊️ San Feliciano, mártir de Cartago, ruega por nosotros.












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