Santo del día

San Gelasio I, papa entre 496 y 499, combatió con firmeza prácticas paganas y herejías como el maniqueísmo, el monofisismo y el pelagianismo. Su visión eclesial fue tan clara y avanzada que inspiró principios retomados siglos después en el Vaticano II.

San Gelasio I: El Papa que combatió el paganismo y anticipó principios del Vaticano II

La Iglesia celebra hoy a San Gelasio I, pontífice recordado como uno de los grandes defensores de la ortodoxia en los albores del cristianismo. Nacido en Roma de padres africanos, Gelasio ascendió al Solio Pontificio en el año 496, sucediendo al papa Anastasio II en un momento marcado por fuertes tensiones doctrinales y políticas.

Durante sus cuatro años de pontificado, San Gelasio se convirtió en una figura clave para la consolidación de la identidad cristiana. Desde la sede romana emprendió una firme lucha contra los restos de prácticas paganas que aún persistían en la sociedad y que amenazaban la pureza de la fe. Su acción pastoral también fue decisiva para frenar diversas herejías que se extendían con fuerza en el mundo cristiano de su época, entre ellas el maniqueísmo, el monofisismo y el pelagianismo.

Especialmente destacada es su defensa de la doctrina sobre las dos potestades, espiritual y temporal, que Gelasio definió con claridad al afirmar la primacía moral de la autoridad eclesial frente al poder político. Sus escritos —entre ellos sus célebres cartas doctrinales— anticiparon conceptos que siglos más tarde serían acogidos y desarrollados por el Concilio Vaticano II, lo que subraya la profundidad y vigencia de su pensamiento.

De carácter firme, pastor atento y teólogo lúcido, San Gelasio es recordado también por su impulso a la liturgia romana y por ordenar el canon de los escritos que podían considerarse auténticos dentro de la tradición eclesial.

Falleció en el año 496, dejando un legado doctrinal que, más de mil años después, continúa iluminando la reflexión teológica y la vida de la Iglesia.