Insistencia, amenazas y estafas: el riesgo de detenerse en los semáforos por los limpiavidrios
- Jaime Rodriguez
- 25 ago
- 2 Min. de lectura
Conductores en Santo Domingo denuncian agresiones, amenazas y engaños de limpiavidrios y vendedores de escobillas en intersecciones. Muchos intimidan, dañan vehículos y sobrevalúan precios, generando temor y violencia. Intentos de reinserción social han fracasado.

Santo Domingo.– Engaños, intimidación, insultos, daños a vehículos y hasta agresiones físicas forman parte de las vejaciones que sufren conductores en distintas intersecciones de calles y avenidas de Santo Domingo y la provincia, a manos de limpiavidrios y vendedores ambulantes de escobillas.
La insistencia de estos jóvenes por limpiar los cristales genera incomodidad en los conductores. Algunos, para evitar conflictos, entregan monedas o billetes sin bajar del todo el vidrio, mientras otros se niegan y enfrentan reacciones violentas. “Se creen que es obligado dejar que limpien los vidrios”, contó Felipe Bello, chofer de carro público en la avenida Máximo Gómez.
El testimonio de Julissa Pérez, difundido en redes sociales, evidencia la situación: relató cómo uno de ellos la insultó delante de sus nietos y, tras denunciarlo, fue amenazada por el agresor al momento de su detención. El 4 de julio se registró otro hecho violento cuando un limpiavidrios rompió el cristal trasero de un vehículo en la intersección Máximo Gómez con John F. Kennedy.
La mayoría de los conductores opta por no denunciar estos incidentes por temor, ya que muchos de los implicados portan cuchillos con los que intimidan a las víctimas.
Aunque en su gestión el entonces alcalde David Collado intentó retirar a los jóvenes de las calles ofreciéndoles empleos y programas de rehabilitación, pocos se integraron y la iniciativa desapareció.
A esta problemática se suman los vendedores de escobillas, quienes utilizan tácticas agresivas para forzar la venta. En algunos casos retiran la pieza del vehículo y exigen pagos desproporcionados —de hasta 4,000 pesos por un artículo que cuesta entre 250 y 500 pesos—, e incluso solicitan transferencias bancarias cuando los conductores dicen no llevar efectivo.
Algunos, además, engañan a los propietarios cambiando limpiaparabrisas originales de alto costo por piezas baratas conocidas como “caravelitas”, que luego revenden pintadas como si fueran nuevas. “Muchos saben cuándo el limpiavidrios es bueno y se lo cambian para revenderlo”, confesó un vendedor a un cliente de confianza.
Aunque en los últimos días un recorrido de Diario Libre no detectó presencia de estos grupos en las principales avenidas, la amenaza persiste y los testimonios de ciudadanos afectados reflejan un problema que combina inseguridad, desprotección y falta de control en el espacio público.
de la Rosa, A. (2025, 25 de agosto). Limpiavidrios: insistencia que a veces termina en violencia. DiarioLibre.https://www.diariolibre.com/actualidad/ciudad/2025/08/25/limpiavidrios-insistencia-que-a-veces-termina-en-violencia/3221667












Comentarios